“En uno de sus frescos, en una capilla de Padua, el Giotto mostró los tormentos que los diablos infligían a los pecadores en el infierno.
Como en otras obras de otros artistas de la época, los instrumentos del suplicio infernal provocaban espanto y miedo. Y cualquiera podía reconocer, en ese muestrario, las herramientas que la Santa Inquisición utilizaba para imponer la fe católica. Dios inspiraba a su peor enemigo: Satanás imitaba, en el infierno, la tecnología del dolor que los inquisidores aplicaban en la tierra.
El castigo confirmaba que este mundo no era más que un ensayo general del infierno. En el Más Acá y en el Más Allá, la desobediencia merecía el mismo premio.”Eduardo Galeano
El text anterior d’Eduardo Galeano porta per títol “El Mal copia al Bien” i forma part del seu llibre “Espejos. Una historia casi universal” (2008).
Oriol López
És molt curiós que la Santa Inquisición utilitzés el nom de “santa”.
No només es tractava de guanyar adeptes i de castigar als que “s’apartaven del camí correcte”, sinó també d’inculcar el terror.
És allò de “la letra con sangre entra” però portat a l’extrem del raciocini.
Molt lamentable.
Els que van patir la “Santa Inquisición” van poder constatar que l’infern existia i que era a la terra.