“Mortífero fue, para América, el abrazo de Europa. Murieron nueve de cada diez nativos.
Los guerreros más chiquitos fueron los más feroces. Los virus y las bacterias venían, como los conquistadores, desde otras tierras, otras aguas, otros aires; y los indios no tenían defensas contra ese ejército que avanzaba, invisible, tras las tropas.
Los numerosos pobladores de las islas del Caribe desaparecieron de este mundo, sin dejar ni la memoria de sus nombres, y las pestes mataron a muchos más que los muchos muertos por esclavitud o suicidio.
La viruela mató al rey azteca Cuitláhuac y al rey inca Huayna Cápac, y en la ciudad de México fueron tantas sus víctimas que, para cubrirlas, hubo que voltearles las casas encima.
El primer gobernador de Massachusetts, John Winthrop, decía que la viruela había sido enviada por Dios para limpiar el terreno a sus elegidos. Los indios se habían equivocado de domicilio. Los colonos del norte ayudaron al Altísimo regalando a los indios, en más de una ocasión, mantas infectadas de viruela:
—Para extirpar esa raza execrable—explicó, en 1763, el comandante sir Jeffrey Amherst.”Eduardo Galeano
El text anterior, “Fundación de la guerra bacteriológica”, d’Eduardo Galeano, forma part del seu llibre “Espejos. Una historia casi universal” (2008), i explica el paper de la guerra bacteriològica, de forma inconscient en uns casos, i intencionada en d’altres, va tenir en l’aniquilació dels pobles indígenes d’Amèrica.
Oriol López
L’escabetxina va ser total. Imagino que aquest efecte letal no estava programat, és a dir, imagino que els invasors no n’eren conscient abans d’anar de que provocarien aquest holocaust.
Seria interessant saber com hagués evolucionat tot plegat sense que la transmissió de malalties mortals hagués existit. Podria ser que la història hagués estat una altra.
Entenc que els invasors, si no haguessin tingut l’ajut de virus i bacteris, haguessin tingut més feina amb l’espasa, però, per descomptat que no anaven en so de pau, sinó a anihilar qualsevol resistència als seus designis d’apropiar-se d’aquelles terres i de les seves riqueses, com efectivament van fer.