“Cuando yo escribía versos de amor, que me brotaban por todas partes, y me moría de tristeza, errante, abandonado, royendo el alfabeto, me decían: «Qué grande eres, oh Teócrito!». Yo no soy Teócrito: tomé a la vida, me puse frente…
“Cuando yo escribía versos de amor, que me brotaban por todas partes, y me moría de tristeza, errante, abandonado, royendo el alfabeto, me decían: «Qué grande eres, oh Teócrito!». Yo no soy Teócrito: tomé a la vida, me puse frente…